CORDOMA
¿QUÉ ES?
El Cordoma es un tumor óseo primario y agresivo. Por lo general, aparece en la columna vertebral a nivel lumbar o en la parte más superior de la columna vertebral, en la unión craneocervical, clivus o base del cráneo. Suele tener un crecimiento infiltrativo y tiene tendencia a la recidiva local.
Es un tumor mucho más frecuente en hombres que en mujeres y aunque puede aparecer a cualquier edad y se suelen manifestar entre los 40 y los 60 años.
CAUSAS
Las causas de este tipo de tumor no están claras, aunque parece que un factor que interviene es una alteración del gen T. El cordoma se desarolla en las células de la notocorda, estructura presente en el embrión en desarrollo y que es crucial en el desarrollo de la columna vertebral del feto. El tumor crece y hace sintomático en la edad adulta.
SÍNTOMAS
Los síntomas más comunes del Cordoma son los siguientes:
- Cefalea / cervicalgia
- Inestabilidad al caminar
- Falta de sensibilidad
- Visión doble
DETECCIÓN Y TRATAMIENTO
El diagnóstico de realiza mediante Resonancia Magnética craneal (RMN). Esta técnica de imagen nos muestra como es el tumor, su localización exacta y las estructuras vasculares o nerviosas con las que está en contacto. Nos ayuda a planificar el mejor tratamiento quirúrgico posible y evitar complicaciones.
PRUEBAS
Es recomendable completar el estudio con una RM de toda la columna vertebral para ver si el tumor podría haberse propagado o si se ha desarrollado en otras áreas de la columna vertebral. También se recomienda realizar una Tomografía Axial Computarizada (TAC) de base de cráneo para ver cual es la afectación osea producida por el tumor.
CIRUGÍA
El tratamiento estándar y que tiene mejores resultados a largo plazo es la resección tumoral completa mediante abordaje endonasal expandido o bien por cirugía transcraneal abierta. La elección del mejor abordaje depende de la ubicación y extensión del tumor. En la actualidad el abordaje endoscópico es el más utilizado ya que además de ser menos agresivo es el más eficaz en la resescción de la mayoría de casos. Estos tumores tienen un comportamiento agresivo con un crecimiento muy infiltrativo en el clivus y la base de cráneo por lo que en ocasiones no es posible resecar todo el tumor. En estos casos es preciso completar el tratamiento con protonterapia.